Cada vez son más los hogares que optan por la aerotermia con radiadores para su sistema de climatización. Esta tecnología, además de proporcionar frío o calor, es totalmente respetuosa con el medio ambiente, ya que más del 50% de la energía que utiliza proviene del aire.
Se trata de un sistema altamente eficiente, con excelentes prestaciones y de instalación sencilla (aunque siempre es recomendable que la realice un profesional experto).
En los últimos años, ha experimentado un notable aumento en su demanda en España, gracias a su bajo requerimiento de mantenimiento y su nula generación de residuos contaminantes.
¡Realmente es una opción maravillosa instalar aerotermia con radiadores!
El sistema de aerotermia con radiadores se basa en la producción de agua fría o caliente, y la transferencia de esta temperatura al ambiente circundante. Aquí te explicamos cómo funciona:
Para elevar la temperatura del agua, el sistema de aerotermia con radiadores utiliza un gas que se comprime y descomprime. Este proceso funciona de la siguiente manera:
Los radiadores son una parte esencial de la mayoría de los hogares con sistemas de calefacción, conectados a la caldera de gas para mantener el espacio cálido. Sin embargo, con el avance del tiempo, surgieron en el mercado opciones más modernas y eficientes, como la aerotermia, como alternativa a las calderas de gas.
Pero, ¿es posible utilizar radiadores con aerotermia? Sí, lo es. Aunque es crucial entender que solo son adecuados para sistemas de aerotermia de alta temperatura.
Es importante tener en cuenta que los radiadores convencionales funcionan óptimamente a temperaturas entre los 70 y 80 ºC, mientras que la aerotermia está diseñada para operar a temperaturas más bajas.
Por lo tanto, se requiere un sistema de aerotermia de alta temperatura, equipado con un doble compresor para elevar la temperatura del agua.
Ventajas
Desventajas de la Aerotermia con Radiadores Convencionales
Una de las principales desventajas es que el sistema de aerotermia de alta temperatura consume más energía que el de baja temperatura. Por ello, si es posible, se recomienda instalar un sistema de aerotermia con radiadores de baja temperatura o, preferiblemente, un sistema aerotérmico con suelo radiante, que requiera menos energía para calentar el agua.
Otro aspecto a considerar es que, al no estar diseñados para trabajar a baja temperatura, los radiadores para aerotermia no son tan eficientes durante los meses de verano cuando se necesita refrigeración. Para contrarrestar esto, se instala un dispositivo llamado turboventiladores en la parte inferior de cada radiador.
Beneficios de la Aerotermia con Placas Solares:
Al combinar aerotermia y placas solares, los hogares pueden disfrutar de un sistema de climatización eficiente, económico y respetuoso con el medio ambiente. Además, el Gobierno y algunas comunidades autónomas ofrecen incentivos y subvenciones para fomentar la instalación de estas tecnologías, lo que hace aún más atractiva su adopción.
El sistema de aerotermia con radiadores de baja temperatura es una opción excepcional para climatizar hogares, ya que estos radiadores pueden calentar el agua a 35-60 ºC y funcionan de manera óptima tanto en modo calor como en modo frío.
Características destacadas:
Desventajas:
La aerotermia con radiadores de baja temperatura es una opción eficiente y rentable para climatizar hogares, ofreciendo un confort térmico óptimo y contribuyendo a la reducción del consumo de energía.
Consideraciones sobre el precio de la aerotermia y los radiadores
Una vez comprendidas las funciones y características de la aerotermia, es crucial abordar otro aspecto esencial: el costo.
Por lo general, la instalación de un sistema de aerotermia oscila entre los 8.000 y 25.000€, dependiendo de las necesidades específicas del usuario y las peculiaridades de la vivienda. Sin embargo, diversos factores pueden influir en el presupuesto final:
El precio de la aerotermia con radiadores convencionales varía según las particularidades de la vivienda, especialmente su superficie. Es fundamental tener en cuenta que el precio por metro cuadrado disminuye a medida que aumenta el tamaño de la instalación. En otras palabras, en viviendas más grandes, el coste por metro cuadrado será más asequible.
Por ejemplo, en una casa de 70 m2, una bomba de 6 kW tiene un costo de 2.301€, es decir, 383 €/kW. En contraste, para una vivienda de 150 m2, se requerirá una bomba de 10 kW con un precio de 3.570€, es decir, 357 €/kW.
Costo de la aerotermia con radiadores convencionales
El precio de la aerotermia con radiadores dependerá de si se utilizan radiadores convencionales (que requieren aire caliente a alta temperatura) o radiadores de baja temperatura.
Por ejemplo:
Es importante señalar que, si un usuario desea instalar un sistema de aerotermia y utilizar sus radiadores convencionales, debe optar por un sistema de alta temperatura. Esta opción es ideal para aquellos que desean reemplazar su caldera por una bomba de calor aerotérmica, pero consume más energía debido a las altas temperaturas de funcionamiento.
¿Y si son de baja temperatura?
Si la instalación de aerotermia con radiadores es un sistema de baja temperatura, el precio varía:
Aunque este sistema es más económico en términos de instalación de aerotermia, el coste de los radiadores es más elevado. Sin embargo, debido a su alta eficiencia, la inversión se recupera rápidamente gracias al significativo ahorro en las facturas de energía.
Comparativa entre Aerotermia y Radiadores de Baja Temperatura
Al contrastar la aerotermia con los radiadores de baja temperatura frente a los sistemas tradicionales de calefacción, como las calderas de condensación con radiadores de aluminio, se revelan las ventajas del primero sobre el segundo. Por ejemplo:
Aerotermia con Radiadores de Baja Temperatura:
Como desventajas, se destaca el coste de instalación algo elevado y el tiempo medio de instalación.
Caldera Clásica con Radiadores Convencionales:
Un análisis detallado muestra que el sistema aerotérmico puede reducir la factura hasta en un 70% y el coste en un 52%. Las reducciones no son equivalentes debido a que las calderas utilizan gas natural, mientras que la aerotermia emplea electricidad, la segunda fuente de energía más cara.
Es factible realizar una sustitución de caldera por un sistema aerotérmico, si bien esto conlleva un coste que variará en función de los emisores instalados y el tamaño de la vivienda.
Para el Caso Número 1:
Si la instalación se lleva a cabo con emisores de baja temperatura (radiadores o suelo radiante), el coste de cambiar a aerotermia es considerablemente más bajo. Esto se debe a la necesidad de instalar una máquina térmica de baja temperatura.
Por ejemplo, el precio estimado para sustituir una caldera de gas por un sistema de calefacción por aerotermia en un piso de aproximadamente 100 m2 (si cuenta con un sistema de extracción preparado para funcionar a bajas temperaturas) sería de 7.861 euros. De estos costes, se puede descontar una subvención estatal de 3.000 euros, lo que sitúa el precio para hacer la transición al sistema aerotérmico en 4.861 euros.
Para el Caso Número 2:
En el caso de optar por la instalación del sistema de aerotermia con radiadores convencionales, se requiere la implementación de un sistema aerotérmico de alta temperatura, cuya instalación es notablemente más costosa. Una opción para mejorar este sistema es mediante el uso de turbofan o una caldera de aerotermia con radiadores.
La instalación de aerotermia con radiadores y los emisores en el mismo piso mencionado anteriormente ascendería a 4.861 euros, más el costo de los radiadores o suelo radiante. Con 7 radiadores de baja temperatura, el precio total sería de 8.361 euros, en comparación con los 10.251 euros con suelo radiante.
Es importante considerar que, además del coste inicial de la instalación, existen otros factores a tener en cuenta al cambiar de una caldera tradicional a un sistema aerotérmico.
Por un lado, el ahorro energético a largo plazo puede compensar el desembolso inicial, ya que la aerotermia tiende a ser más eficiente y consume menos energía que las calderas convencionales.
Además, los sistemas aerotérmicos suelen ser más respetuosos con el medio ambiente al depender en su mayoría de fuentes de energía renovable, como el aire o el sol.
Por último, es importante evaluar el mantenimiento y la durabilidad de cada sistema. Mientras que las calderas tradicionales requieren un mantenimiento regular y pueden tener una vida útil limitada, los sistemas aerotérmicos suelen necesitar menos mantenimiento y pueden durar más tiempo, lo que también puede influir en el cálculo del coste total a lo largo de la vida útil del sistema.
En resumen, si bien el cambio de una caldera por un sistema aerotérmico puede implicar un coste inicial significativo, los beneficios a largo plazo en términos de ahorro energético, sostenibilidad y durabilidad pueden justificar esta inversión para muchos propietarios de viviendas.
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